abril 19, 2024

China agrega educación sexual en centros educativos

campamento de verano de educación sexual
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Muchas escuelas se rehúsan a enseñar educación sexual en el currículum, así que varios padres están registrando a sus hijos en cursos extracurriculares para aprender sobre los pájaros y las abejas.

“¿Cuál es la diferencia entre los cuerpos de un hombre y de una mujer?” pregunta Jiang Lingling. Los niños de 11 años guardaron silencio por unos instantes. “Las niñas tienen el pecho más grande que los hombres,” dice un niño. “Pero el pecho de Capitán América también es grande,” dice otro.

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Al fondo del salón, los padres se ríen. Pero Jiang no se molesta. Está acostumbrada a este tipo de reacción. “Es un proceso de desensibilización,” dice. La mujer, de 38 años de edad, pertenece a un pequeño grupo de especialistas que traen con sigo un estilo nuevo y más honesto de educación sexual a familias chinas que están cansadas de la aproximación conservadora que la mayoría de escuelas chinas ofrecen.

Aunque el consejo de estado decretó que la educación sexual y reproductiva es obligatoria en todas las escuelas en el 2011, el tema sigue siendo un tabú. Las lecciones siguen enseñando basándose en la abstinencia en lugar de dar información práctica sobre anticonceptivos, y muchos adultos siguen sin idea de cómo prevenir embarazos no deseados.

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Muchos padres están recurriendo a escuelas extracurriculares para que sus hijos reciban una mejor educación en materia sexual, y esto ha abierto la puerta a profesores como Jiang que abogan por una aproximación radicalmente distinta. El año pasado, el gobierno comenzó a emitir certificados a profesores de educación sexual, y hasta ahora se han emitido más de 330 licencias.

Jiang se encuentra en Qingdao, una ciudad costera de nueve millones de habitantes al este de la provincia de Shandong. Ahí enseñará un curso de tres días sobre empoderamiento en la educación sexual, un programa desarrollado por la renombrada sexólogo chino Fang Gang en el 2013. El método está basado en la convicción de Fang de que enseñar a los niños lo más que se pueda sobre sus cuerpos desde una edad temprana no sólo beneficia a su seguridad física, sino también a su salud mental.

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“[el programa] empodera los niños para que sepan, entiendan, juzguen, escojan y aprendan a ser responsables,” dice Fang Gang.

El evento se llevó a cabo en un hotel local a principios de Agosto, y es el primer evento en su tipo en Qingdao. Hasta este año, Fang sólo organizaba este tipo de cursos en ciudades más liberales como Beijing, Shanghái y Guangzhou, pero ha comenzado a difundir su palabra a lo largo del país. Espera llevar a cabo campamentos de este tipo en veinte provincias y regiones diferentes en el 2019.

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Los campamentos de verano en Beijing, Shanghái y Guangzhou agotaron sus asientos en unos cuantos días, pero las ventas en Qingdao fueron más lentas. 11 niños de entre 7 y 11 años llegaron con sus padres: Sólo un poco más de la mitad de los 20 asientos disponibles. Jiang dice que espera que la demanda aumentará en el futuro.

“La gente de provincias como Shandong son todavía relativamente conservadores,” dice Jiang. “Pero los padres que asisten son de mente abierta y comprenden la importancia de dicha educación para los niños.”

muchas escuelas públicas tienen problemas para implementar programas de educación sexual

Uno de los padres es Wang Yanhua, quien ha pagado más de 5 mil yuanes (700 dólares) en acomodo, alimentación y registro para viajar 300 kilómetros de su aldea en Weihai y asegurarse que su hijo de nueve años pudiera atender. Dice que valió la pena.

“No es barato, pero el verdadero problema es que, aunque tengas el dinero, es difícil encontrar oportunidades de buena educación sexual como ésta.”

La mujer de 43 años trató de convencer a sus amigas de que llevaran a sus hijos, pero le dijeron que no consideraban la educación sexual importante. Esto es especialmente cierto para padres con hijos, de acuerdo a Wang. “Algunos padres con hijos piensan que los niños no pierden nada si embarazan a una mujer, o que los niños no son asaltados sexualmente,” dice ella.

Para muchos padres, el campamento es también una oportunidad para aprender tanto como los niños. Muchos confesaron no saber cómo responder algunas preguntas relacionadas a la sexualidad, aunque tampoco les gusta el método tradicional de decirles a los niños que los encontraron “en un bote de basura”.

Luoyuan asistió a un evento similar por primera vez cuando tenía 5 años. Wang le dijo “Mamá tiene una semilla, papá tiene otra semilla, y ambas semillas crecen juntas en la panza de mamá.” Pero ahora que está creciendo tiene más curiosidad y se siente más confundido. “Así que le dije que había un campamento de verano en Qingdao donde puedes aprender más,” dijo Wang.

Jiang comienza el primer día de actividades jugando con una colección de caricaturas para enseñarles cómo una pareja se enamora y da a luz a un bebé. Cuando las imágenes de los órganos sexuales del hombre y de la mujer aparecen en la pantalla, los niños comienzan a reírse. Pero Jiang insiste en que traten los hechos como son.

“Esto se llama pene, no pilín“, le dice a los niños, quien nunca han escuchado esa palabra. “Esta es una vagina.” Jiang no utiliza eufemismos o pronombres. “La idea que queremos transmitirles es que cada órgano debe ser tratado con igualdad,” dice.

En cuestión de 15 minutos los niños son capaces de decir los nombres de las partes del cuerpo con naturalidad, sin reír o sentirse incómodos. Jiang dice que es más fácil con los niños más pequeños. “Por eso enfatizamos la importancia de la educación sexual a edad temprana.”

Después del curso para aprender las partes del cuerpo, el curso que más les interesa a los padres es el de prevención de asalto sexual. El número de casos reportados de asalto sexual en niños ha aumentado en China de 2,962 casos en el 2017 a 3,567 el año pasado. Aunque gran parte de este incremento se atribuye a una mayor concientización del problema y el reporte a tiempo de estos casos, los padres siguen preocupados.

Jiang le pide a los niños que dibujen figuras pequeñas en un pedazo de papel, y luego marca el cuerpo con lápices de color: Verde donde está bien que otros los toquen, y rojo en las partes en las que no les gusta que les toquen. El amarillo es para las partes en las que no están seguros. Después les pide mostrar sus cartas. Los niños utilizan adecuadamente las palabras “pechos”, “nalgas”, y “pene” para describir sus dibujos. “Si el niño puede utilizar con precisión estos términos, ayudará mucho en la investigación policial,” dice Jiang.

Pero mientras el primer día concluye, algunos padres expresaron su preocupación de que los niños serán objeto de burla al usar términos formales como “pene”. “Necesitan saber que los niños han aprendido el conocimiento científico más preciso, y como padres deberían sentirse orgullosos,” les dice Jiang. “Si son molestados por eso, es por la ignorancia de la otra persona.” Los padres también confrontan sus prejuicios en el segundo día de clases, que se enfoca en asuntos de sexualidad y género.

Después de aprender sobre los efectos de los estereotipos de género, Wang se siente culpable de hacer que su hijo jugara con carros de juguete y pistolas de agua en lugar de comprarle la muñeca Barbie que siempre quería.

“Me preocupaba que fuera gay o transgénero,” dice Wang. “Pero ahora entiendo que los hobbies no tienen nada que ver con género o sexualidad.” Durante el descanso entre clases, Wang se disculpa con Luoyuan, quien parece sorprendido. “Está bien, mamá,” le dice rápidamente antes de regresar a su asiento.

La clase sobre estereotipos de género también le dejó una impresión profuda a Yaya, de 10 años. Su padre, Wang Tong, dice frecuentemente que sus abuelos la describen como una “marimacha” y que no se sabe comportar. “Papá, hoy creía que estaba haciendo algo mal, pero ahora sé que los niños y las niñas son iguales,” le susurra Yaya a su padre, el único hombre que asistió al evento.”

Como pediatra, Wang Tong, de 38 años, entiende la importancia de la educación sexual. “Es más fácil curar enfermedades físicas; las enfermedades mentales son difíciles de sanar, y en gran medida son consecuencia de la familia y la falta de educación sexual,” dice al final del campamento. También dijo que puede hacer un mejor trabajo al enseñarle a Yaya sobre fisiología y reproducción, pero cree que es mejor tener expertos profesionales que le enseñen sobre estos temas.

educación sexual

Yaya no recibió educación sexual en la escuela. “Muchos padres no lo pueden aceptar, y las escuelas no quieren meterse en problemas,” dice. En el 2017 cuando una escuela en Hangzhou intentó introducir un currículum más detallado en educación sexual, fue rechazado por algunos padres diciendo que el segundo año era muy temprano para que aprendieran sobre sexo, igualdad de género y orientación sexual.

El último día del campamento de verano, Wang Yi, quien tiene un evento similar al de Jiang, muestra a las niñas cómo utilizar la copa menstrual, toallas sanitarias y tampones con una muñeca. Después les da ropa interior desechable y toallas para que las niñas practiquen por cuenta propia.

“Para las niñas, su primera menstruación es algo que debe celebrarse,” dice Wang Yi. “Para los niños, es todavía muy temprano para saber cómo funcionan las toallas, pero deben aprender a respetar a las mujeres. Es una forma de educación que respeta la intimidad.”

Desde el 2008, la ley china establece que los alumnos de quinto y sexto grado deben aprender sobre menstruación y sueños húmedos, pero los niños como en Qingdao no han recibido este tipo de educación. En gran parte dependen de lo que se dicen unos a los otros. “¿De qué color es el semen?” “¿Necesitamos una toalla para el semen?” “¿Crecerá el tampón tan grande como un pene y dañará la vagina?”

Los padres se miran los unos a los otros, sorprendidos. Wang Yi les sugiere que compartan sus experiencias con los niños. “Siempre evité responderle a Luoyuan cuando me hacía pregutnas sobre las toallas sanitarias,” dice Wang Yanhua. “Pero ahora me siento más cómoda de hablarle.”

Cuando le preguntan cómo influyó el campamento de verano en su familia, Wang Tong dice que es difícil decir cuánto aprendió Yaya en estos tres días, pero está seguro que aprendió principios invaluables. “Es más importante que los padres acepten estos principios y los paliquen a la vida diaria,” dice. “Las clases sólo plantan las semillas, el crecimiento dependerá de nosotros.”

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